Usui Mutoh
Mundo One Piece :: Rol :: 9ª Cronica
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Usui Mutoh
Parte 1-
Nombre: Usui Mutoh
Apodo: -
Edad: 18
Aspecto:
Usui Muto es un chico de unos 18 años de edad, mide 1,83 y pesa 72 kilos, de facciones faciales bien definidas y su cuerpo se caracteriza por ser fibroso y alguna serie de cicatrices por los entrenamientos. El color de sus ojos es negro y su pelo es de un color castaño claro, lleva siempre una cinta que aguanta el pelo por la altura de la frente, dejando caer dos mechones hacia delante, gracias a dicha cinta sujeta una venda que cubre su ojo derecho.
Caracter:
Usui Muto es un chico bastante tranquilo, no se mete en problemas e intenta evadir las disputas por motivos absurdos; en la mayoría de los casos nunca iniciara una pelea.
Es una persona abierta y alegre con los que se muestran amistosos, pero bastante seco con los individuos que abusan y vacilan a seres o personas más débiles, por lo tanto Usui odia a la tiranía y la gente que se impone a la libertad de los demás.
Cuando Usui entra en un combate y sabe que su vida esta en juego no vacila en matar a su contrincante para poder seguir vivo, sin ningún tipo de miramiento, por lo tanto es una persona seria y de ideas claras cuando esta en medio de un problema. En conclusión Usui es una persona tranquila y poco alborotadora.
Ocupación: Pirata
Historia:
Inventario: Dos katanas, una daga que esta oculta bajo los ropajes, un barco pesquero con capacidad mínima 3 personas y máxima 5, mochila de viaje con ropajes, unas pesas que se colocan en las muñecas y tobillos de unos 20 kilos forman parte de su entrenamiento, 100.000 berries
Defecto: Tuerto y pesadillas.
Tuerto: Usui solo tiene un ojo. Se puede apreciar la dificultad en la percepción visual y sobretodo en la visión espacial, en términos de combate a larga distancia, esta gravemente perjudicado por la dificultad que le otorga el apuntar de una forma correcta al enemigo.
Pesadillas: Usui experimenta horrendas pesadillas cuando duerme, y durante la vigilia su recuerdo no deja de acosarle si se da la casualidad de que las acciones que suceden son similares a lo que le sucedió a su vida pasada, por lo tanto en alguna parte de la historia podría afectarle psicológicamente para realizar acciones.
Nombre: Usui Mutoh
Apodo: -
Edad: 18
Aspecto:
Usui Muto es un chico de unos 18 años de edad, mide 1,83 y pesa 72 kilos, de facciones faciales bien definidas y su cuerpo se caracteriza por ser fibroso y alguna serie de cicatrices por los entrenamientos. El color de sus ojos es negro y su pelo es de un color castaño claro, lleva siempre una cinta que aguanta el pelo por la altura de la frente, dejando caer dos mechones hacia delante, gracias a dicha cinta sujeta una venda que cubre su ojo derecho.
- Spoiler:
Caracter:
Usui Muto es un chico bastante tranquilo, no se mete en problemas e intenta evadir las disputas por motivos absurdos; en la mayoría de los casos nunca iniciara una pelea.
Es una persona abierta y alegre con los que se muestran amistosos, pero bastante seco con los individuos que abusan y vacilan a seres o personas más débiles, por lo tanto Usui odia a la tiranía y la gente que se impone a la libertad de los demás.
Cuando Usui entra en un combate y sabe que su vida esta en juego no vacila en matar a su contrincante para poder seguir vivo, sin ningún tipo de miramiento, por lo tanto es una persona seria y de ideas claras cuando esta en medio de un problema. En conclusión Usui es una persona tranquila y poco alborotadora.
Ocupación: Pirata
Historia:
- Spoiler:
- Recuerdo que a menudo mi madre me amenazaba con descuartizarme en ocho pedazos si derramaba el cubo lleno de agua o si fingía oír su llamada para que volviera a casa al atardecer, cuando los grillos cantaban con más intensidad. Yo oía como su voz, áspera y cortante hacía eco a través de la distancia- ¿Dónde estará ese renacuajo? ¡Le haré trizas en cuanto regrese! -.
Pero cuando volvía a casa, cubierto de barro tras deslizarme por la ladera de la colina, magullado a causa de las peleas, me encontraba con la hoguera encendida y la sopa humeante; los brazos de mi madre me sujetaban firmemente el rostro para limpiarme la cara de la suciedad, mientras me limpiaba me fije en que los rasgos de mi madre son muy parecidos a los míos. Cuando acabó de atosigarme el rostro con el paño húmedo de agua caliente intenté forcejear con ella, pero ella era mucho más grande que yo, mas robusta y siempre tenía las de perder y como premio me daba uno de esos abrazos del que yo no podía escapar.
Llegué a la conclusión que la amenaza de mi madre sólo era una forma de hablar, éramos una familia tranquila formada por mi madre, mi padre y mis dos hermanas mayores, yo era el menor. Estábamos situados en un pequeño poblado de una isla, la isla era activa había una guerra entre dos grandes ciudades, pero nuestro poblado era un sitio de paz, apartado y neutral entre ambos bandos.
Cuando cumplí 6 años fui a jugar a la montaña, estaba atravesando un sendero en dirección a la zona donde crecían unas setas deliciosas, mi padre el año pasado me enseño a diferenciar dichas setas, y solo coger las que sabía con toda seguridad que eran esas. Acabé de llenar el saco pensando que se iban a poner muy contentos con dichas setas. A medida que corría entre el bambú y me acercaba a los arrozales, me pareció oler en el aire cierto olor a quemado.
Mientras me acercaba hacia la aldea, escuchaba los ladridos de los perros y como el olor se tornaba más acre e intenso; cada vez caminaba más rápido hasta llegar a un ritmo de trote donde la cesta se balanceaba notando como el corazón me palpitaba cada vez más deprisa.
Lo más raro de todo es que no escuchaba los gritos de la gente dando órdenes para ir apagando el fuego, ya que en la aldea era frecuente dichos incendios por la madera o la paja que frecuentaban en dicho lugar.
Cuando ya caminaba por las calles se me hacía pesado el ambiente por la gran cantidad de humo que había, crucé de un salto la zanja del último de los campos que formaban bancales, y contemplé a mis pies lo que hasta entonces había sido mi hogar: la casa había desaparecido.
Me acerqué más hacia el lugar donde se tendría que encontrar mi casa, pero no había rastro de mi madre, ni de mi padre y tampoco de mis hermanas. La aldea parecía desierta ¿Dónde se encontraban todos? Me pregunté más de una vez al mismo tiempo que escuché un ruido a la zona central de la aldea, parecían unos gritos aterradores, estaba asustado notando como el frío sudor recorría mi espalda, agarrando fuertemente la cesta seguí corriendo medio agazapado y asustadizo por las calles vigilando que nada se me cayera por encima. Al entrar en un callejón me topé con dos hombres que yacían en el suelo, notaba como empezaba a llover y el agua caía por encima de mi rostro con una expresión de miedo y angustia ya que reconocí que uno de esos dos cuerpos era mi padre, no me importaba que sus ropas se empaparan, pues nunca más se podrían levantar.
En aquel momento, unos 5 segundos se me hicieron una eternidad, mis ojos visualizaban como se ensuciaba la tunica de color azul de mi padre y se tornaba más oscura por la sangre y la lluvia que estaba cayendo, no me di cuenta y ya estaba corriendo para alejarme de los dos cadáveres y dirigirme a la plaza central, me apoyé en un pilar y miré cuidadosamente la zona.
Las lágrimas caían sobre mi mejilla al ver el panorama, los cuerpos de los aldeanos degollados, mutilados y descuartizados yacían en el suelo, algo alejado pude observar unos caballos y los estandartes más los jinetes, reconocí el estandarte y era el ejercito de una de las ciudades que están en guerra con la otra ciudad.
Tal ataque a la aldea me parecía inconcebible, éramos una aldea tranquila mientras permanecía yo, paralizado junto al pilar. El agua goteaba sin cesar y sentí el impulso de atacar a esos guerreros, pero era incapaz de moverme.
A lo lejos podía oírse con claridad el ruido de varios caballos al galope, me giré temeroso y observé como un grupo de 5 guerreros bajaban del caballo y se acercaban a mí con el sable en mano, los miraba con temor y miraba a mi alrededor, no tenía escapatoria ya que alertarían a los demás pero me fijé en una katana que había en el suelo a dos metros de mí, gatee notando como las manos se hundían en el barro, agarré la empuñadura que algún aldeano había agarrado anteriormente para defenderse y me puse de pie poco a poco notando como las piernas me temblaban mientras el agua recorría todo mi cuerpo; agarraba firmemente la empuñadura notando débiles temblores en las manos a causa del miedo y el peso de dicha arma. Recordé los tiempos en que jugaba con mis hermanas con las katanas de madera, pero esa situación era real y sabía que tarde o temprano iba a morir esa noche.
Respiré profundamente y dejando escapar un grito me dirigí hacia el guerrero que se estaba riendo y se había adelantado para acabar conmigo, antes de que alzara mi arma para atacar al enemigo me percaté de que su arma caía hacia mi cabeza para destrozarla, era demasiado pequeño y no tenía la fuerza suficiente como para golpearle; mi ojo izquierdo visualizaba el filo que caía hacia la cabeza cuando noté como alguien me agarro de la camisa y me tiro hacia atrás, mi arma se quedo surcando al aire ya que la solté por el fuerte estirón, el filo de la katana del enemigo rasgo mi ojo derecho; dejé escapar un grito de dolor notando como la sangre caía por mi rostro.
Alrededor de mi cuerpo notaba a dos personas, mi ojo izquierdo se fijo en el rostro de dichos individuos, eran mis dos hermanas mayores que me abrazaban con la intención de protegerme de aquellos guerreros, mis oídos escucharon una voz conocida, era mi madre que se interpuso entre los guerreros diciendo – Se lo ruego por lo menos deje al niño… - la frase acabo con un gorgoteo ya que le seccionaron la garganta, mi único ojo observaba al frente como aquellos guerreros habían degollado a mi madre aunque ignoré a mi hermana ante el aviso de que no mirase. No podía moverme me encontraba paralizado y una de mis hermanas se interpuso diciendo - Por favor… dejarle vivo… – escuché el grito de mi hermana y visualicé como la arma del guerrero la había atravesado, la hermana que me estaba abrazando me tiro al suelo colocándose encima protegiéndome de esa manera con su cuerpo diciéndome al oído – Usui…Usui… tu eres aun pequeño y todavía no tienes la capacidad de decidir tu destino por eso ahora… no debes morir tienes que vivir, tienes que vivir tu vida decidiendo tu destino… tienes que vivir también por aquellos que han muerto… - la ultima parte de la frase la dijo mientras el guerrero la agarraba del pelo y la levantaba, mis ojos observaban a mi hermana que me miraba con miedo, ya no notaba el dolor y mi único ojo miraba a la única familia que me quedaba, visualicé como aquel guerrero atravesaba la garganta y las lagrimas caían por el rostro de mi hermana, la tiró al suelo y ella se me quedo mirando y con el último suspiro me dijo – Usui… Usui… vive también por mi… - su frase quedo ahogada ya que el guerrero atravesó el pecho de mi hermana para acabar de matarla.
Giré un poco el rostro para mirar al guerrero que venía hacia a mi, no podía moverme mis músculos no me respondían, me fijé como el enemigo alzaba su arma para acabar conmigo pero de repente ambos escuchamos unos gritos de dolor provinentes de los soldados, cuando el guerrero relajó su brazo para girarse yo miré más aya de él observando una figura que se acercaba hacia nosotros en pocos segundos estaba a unos 10 metros de donde me encontraba, todos los guerreros que habían detrás del atacante habían caído. Logré escuchar lo que dijo el guerrero al desconocido que había acabado con los demás soldados - ¿Y tu quien eres? - el desconocido mientras se acercaba con una de las armas que había agarrado de los guerreros muertos respondió – No tiene sentido saber mi nombre para aquel que esta apunto de morir – mi ojo izquierdo observaba como el guerrero iba atacar aquel hombre, para mi sorpresa en un abrir y cerrar de ojos el guerrero cayó destrozado tras una serie de cortes que para mi único ojo fue un único corte.
Estaba paralizado ante la situación, miraba ahora los cuerpos mientras notaba el barro debajo de mis rodillas y escuchaba las palabras del desconocido mientras se acercó para vendarme el ojo con un trapo – Tal vez sea este el destino que se crucen nuestros caminos, en todo caso se ha hecho justicia, puedes sentir rencor i desesperarte pero al que han matado no volverá a vivir, debes alegrarte de seguir con vida –.
Me encontraba solo, ya que cuando había acabado de vendarme el ojo se había ido… la lluvia había acabado de apagar las llamas, me levanté y arrastré los cuerpos de mi familia hacia una de las zonas exteriores de la aldea, me fijé en los cuerpos de los guerreros que habían caído; una vez que llevé los cuerpos de mi familia al exterior empecé a cavar unas tumbas para enterrarlos, me encontraba cansado y una vez acabé de enterrar los cuerpos caí de rodillas observando como un nuevo día aparecía en el horizonte con la salida del sol, escuché unos pasos que se acercaban por detrás y me giré un poco con temor de que fuera algún soldado pero reconocí al individuo que me salvo aquella noche, cuando estaba cerca me dijo – Has enterrado a tu familia… - le respondí diciendo – Es lo mínimo que podía hacer… ellos me habían protegido… ¿Usted quien es? – el hombre me respondió - Shigeru Kotsu se manejar la katana, muchacho… te fue confiada la vida de tres personas que para ti eran insustituibles pero no fuiste capaz de protegerlas, con esas manos has conocido el peso de la muerte de los hombres, pero el peso de las vidas que te fueron confiadas no es comparable en absoluto. I tendrás que cargar con todo ello aprendiendo a sostenerte y a emparar a las personas para que puedas sobrevivir y proteger aquello que es importante. Muchacho ¿Cuál es tu nombre? – tragando un poco de saliva respondí – Usui Muto – se quedó un rato pensativo y respondió – Ven conmigo… te llevaré a un lugar donde estarás a salvo y podrás crecer – me lo quedé mirando y afirmé con la cabeza; al poco tiempo estábamos caminando hacia las montañas, el viaje fue duradero pero al final llegamos a un lugar parecido a un pequeño templo, observé un señor mayor que salía de una de las puertas y hablaba con el señor Shigeru, cuando acabaron de hablar este se fue sin decir nada y el señor mayor se acerco a mi para invitarme a pasar.
El anciano se llamaba Matsuda Hito y era un maestro que se había retirado de la ocupación de espadachín para poder enseñar a sus discípulos.
Durante 12 años entrené con mi maestro, era algo parecido a un padre; me enseñaba a conrear la tierra, pescar, cocinar y me instruía en el arte de la espada con las dos manos, al perder un ojo me enseñó a utilizar los dos brazos, los entrenamientos cada vez eran más intensos y solo había un día de la semana en que descansábamos haciendo meditación, gracias a los duros entrenamientos conseguí aprender a utilizar mis dos brazos, me acordaré siempre una de sus frases en que me decía – Usui acuérdate que el camino del espadachín lo elegirás tu mismo siguiendo los valores a tu manera, pero has de saber que dicho viaje lo tendrás que hacer tu solo – yo le afirmaba cada vez que me hablaba del tema. Aprendí a manejar varios tipos de espadas, desde katanas, mandobles, sables… durante esos 12 años de entrenamiento y vida conseguí un buen físico y grandes dotes con las espadas, pero cada vez me tenía que esforzar para seguir mejorando.
Al poco tiempo de cumplir 17 el señor Matsuda murió por culpa de una enfermedad, me dejó de herencia la casa que tenía perdida por la montaña y su último deseo fue que siguiera mi propio camino; durante un año estuve viviendo solo en dicho lugar, viviendo de la tierra y la pesca. A lo lejos en el mar podía ver algunos barcos piratas, me infundían respeto ya que vivir en alta mar debería de ser una experiencia inimaginable, cuando cumplí los 18 años decidí ir a la mar, a seguir mi camino para formar mi destino.
Inventario: Dos katanas, una daga que esta oculta bajo los ropajes, un barco pesquero con capacidad mínima 3 personas y máxima 5, mochila de viaje con ropajes, unas pesas que se colocan en las muñecas y tobillos de unos 20 kilos forman parte de su entrenamiento, 100.000 berries
Defecto: Tuerto y pesadillas.
Tuerto: Usui solo tiene un ojo. Se puede apreciar la dificultad en la percepción visual y sobretodo en la visión espacial, en términos de combate a larga distancia, esta gravemente perjudicado por la dificultad que le otorga el apuntar de una forma correcta al enemigo.
Pesadillas: Usui experimenta horrendas pesadillas cuando duerme, y durante la vigilia su recuerdo no deja de acosarle si se da la casualidad de que las acciones que suceden son similares a lo que le sucedió a su vida pasada, por lo tanto en alguna parte de la historia podría afectarle psicológicamente para realizar acciones.
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Re: Usui Mutoh
Parte 2-
Parámetros:
-Carisma 4
-Fuerza 6
-Destreza 7
-Resistencia 4
-Agilidad 6
-Inteligencia 4
-Frialdad 7
-Percepción 4
-Habilidad 4
-Suerte 0
Habilidades:
<C> -Conversación 1 | Trueque | Engaño
<F> -Combate 5 | Armas de filo 6 | Intimidación 6
<D> -Seguridad | Armas arrojadizas | Armas romas
<R> -Aguante 6 | Armaduras 3 | Inmunidad 3
<A> -Armas cortas 2| Acrobacias 6 | Disfraz 1
<I> -Ciencia | Matemáticas |Sagacidad 4
<Fr> -Convicción 1 | Voluntad 6 | Cordura 6
<P> -Armas de proyectiles | Rastros | Trampas
<H> -Conducción | Creatividad | Construcción
<S> -No hay habilidades asociadas
<P+I> -Medicina 1
<I+D> -Cocina 1
<A+P> Cartografía 1
<R+I> Supervivencia 2
<A+H> Sigilo 1
<C+P> Detección
<Sin parámetro> -Saber de Belcebús | Rokushiki | Haki
Parámetros:
-Carisma 4
-Fuerza 6
-Destreza 7
-Resistencia 4
-Agilidad 6
-Inteligencia 4
-Frialdad 7
-Percepción 4
-Habilidad 4
-Suerte 0
Habilidades:
<C> -Conversación 1 | Trueque | Engaño
<F> -Combate 5 | Armas de filo 6 | Intimidación 6
<D> -Seguridad | Armas arrojadizas | Armas romas
<R> -Aguante 6 | Armaduras 3 | Inmunidad 3
<A> -Armas cortas 2| Acrobacias 6 | Disfraz 1
<I> -Ciencia | Matemáticas |Sagacidad 4
<Fr> -Convicción 1 | Voluntad 6 | Cordura 6
<P> -Armas de proyectiles | Rastros | Trampas
<H> -Conducción | Creatividad | Construcción
<S> -No hay habilidades asociadas
<P+I> -Medicina 1
<I+D> -Cocina 1
<A+P> Cartografía 1
<R+I> Supervivencia 2
<A+H> Sigilo 1
<C+P> Detección
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